jueves, 30 de julio de 2009

Relax... and have a beer?

Desde el principio, el asunto del profesor Henry Louis Gates, Jr. y el sargento James Crowley me pareció un grito desesperado de atención. Hacia Gates, claro. El caso ha sido exagerado, pero la mayor víctima no es ni Gates, ni Crowley, ni la mujer que hizo la llamada al servicio de 911 a petición de una vecina (conste, la grabación probó que ella no hizo ninguna mención racial). La víctima es el programa de salubridad que la presidencia de Obama trata de aprobar en el Congreso. Y el culpable no es otro que el mismo Obama. En la rueda de prensa donde se hablaría del plan para mejorar el servicio de salud, la última pregunta para el Presidente fue sobre el caso Gates. Obama debió haber dicho que no era competencia suya, que el tema que le importaba más era la salud. Pero dijo una estupidez y se inmiscuyó en el asunto. Para tratar de que el caso Gates ya no sea una nota periodística, Obama se reunirá hoy con Gates y Crowley en la Casa Blanca para tomar una cerveza y discutir. Me llamó la atención que en una cultura donde los menores de 21 años pueden comprar armas, enlistarse en el ejército, abortar, casarse y realizar otras decisiones importantes, no puedan hacer eso: tomar una cerveza. Pero, si leen este artículo de la revista Slate entenderán poque Obama ha invitado una cerveza (y no cualquier bebida sin alcohol) a los implicados en el caso (menos la señora que hizo la famosa llamada): http://www.slate.com/id/2223756/ Así que: relax... and have a beer!

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