miércoles, 25 de febrero de 2009
Un plan ambicioso
El discurso del Estado de la Unión nos trajo de vuelta al Barack Obama de la campaña: el de la hermosa retórica carente de detalles específicos. Así es como resumiríamos la ceremonia de anoche.
Ante una sala del Congreso abarrotada de simpatizantes, pero donde los republicanos dejaron ver su descontento con su carencia de aplausos a los grandes planes de Obama, el nuevo mandatario esbozó su ambicioso plan anti-crisis:
1) Nuevas reglas más claras para el sistema financiero. Los bancos tendrán acceso a dinero gubernamental si dejan que el gobierno compre algunas de sus acciones. Un gran éxito la frase: "No se trata de salvar bancos, se trata de salvar gente".
2) Se necesita más transparencia y rendición de cuenta con respecto a las operaciones de la Bolsa.
3) Sobre el plan económico, el Presidente actuó como si todo mundo tuviera claro de qué se trata. Perdió una oportunidad de ahondar en el tema y clarificar los malentendidos al respecto. Debió justificar, una vez más, porqué es necesario que su gobierno gaste tanto.
4) El regreso de una estructura gubernamental grande. Cabe aclarar que George W. Bush dejó un gobierno de un tamaño considerable con la creación del Departamento de Homeland Security y a eso hay que añadirle lo que Obama pretende hacer. Cierto, ha hablado de cerrar programas que no funcionen, pero hasta ahora no sabemos cuántos se cerrarán ni cuanto ahorro para el contribuyente significaría. En este punto, qué bien que no está dispuesto a salvar a la industria automotriz a toda costa.
5) Excelente la idea de evitar una escalada en medidas proteccionistas, que sería muy creíble antes del "Buy American". Por cierto, ¿las plantas de Hyundai, Toyota, etc., que están operando en Estados Unidos cuentan como "americanas" o no? ¿Qué tal los productos que venden Walmart y otras empresas, pero que son manufacturados completamente en China o la India?
6)La innovación estadounidense tiene que venir de quienes están trabajando en tecnologías y en energía más limpia, la cual tiene que aplicarse a coches y otros objetos de uso diario. Es un tema en el que debería ser líder, y, sin embargo, Canadá o Israel le llevan la delantera.
7) ¿El déficit se puede reducir tan sólo disminuyendo el gasto en (mantenimiento de) armas de la Guerra Fría, ciertos subsidios a la agricultura y la educación más un aumento de impuestos al 2% de los más ricos?
8) Fue muy bueno, en realidad, que afirmara que el plan no resuelve absolutamente todos los problemas. Es bueno viniendo de un Presidente que ha creado tantas expectativas, saber que conoce sus límites y los de sus programas (o al menos eso parece).
El discurso estuvo lleno de alusiones a programas de recuperación en el pasado, a ejemplos de cómo Estados Unidos se ha sobrepuesto a otras crisis, con el fin de generar confianza de que podrán sortear exitosamente la presente. Obama proyectó confianza en él como líder y creo que eso es algo que los estadounidenses se merecen. Anoche vimos su carisma volver a florecer, pero al igual que ocurría con sus proyectos durante la campaña, ¿y los detalles? recordemos que "el diablo está en los detalles" y por eso es preciso más información, no sólo las grandes líneas de lo que se va a hacer.
P.D. Necesito que alguien me aclare, ¿qué no fueron los alemanes los que inventaron el automóvil?
sábado, 21 de febrero de 2009
En vísperas del discurso del Estado de la Unión
Hoy es el primer discurso del Estado de la Unión de Barack Obama. Se espera que hable de la economía, de su plan de estímulo, su plan para reducir a la mitad el déficit fiscal y de los esfuerzos por reencauzar la política exterior. Del lado de los republicanos, será el gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, quien responda al mensaje del Mandatario. De modo que tras el discurso de esta noche subiremos nuestros comentarios al respecto.
martes, 17 de febrero de 2009
La política exterior de Obama
Finalmente esta semana tuvimos a la política exterior en primer plano. Una vez que el Senado aprobó el plan de estímulo económico y el mismo Presidente firmó la iniciativa de ley, los reflectores se mueven hacia afuera.
Por un lado tenemos el viaje de Barack Obama a Canadá, programada para el jueves 19. Será una visita que cumple el requisito de que su primera salida sea hacia Ottawa, pero también porque la economía de los dos países está muy vinculada (claro, la de México también), especialmente en el sector automotriz, que es uno de los más dañados por ahora. Entre los temas de la agenda sorprende que se hable de reforzar la seguridad de la frontera común, dado que es con México donde se presentan los problemas. Sin embargo, precisamente por eso no se ha "actualizado" el sistema de vigilancia en esta zona. Al respecto, cabe resaltar que cuando George W. Bush dijo que había que reforzar esta frontera, las críticas no se hicieron esperar y fue tachado de arrogante y unilateralista. La propuesta de Obama no difiere gran cosa de la de Bush y nadie dice nada.
En otro continente sobresale la visita de la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, a Corea del Sur, Japón, China e Indonesia. Los propósitos del viaje varían de acuerdo al país con el que se trate, pero en líneas generales se ha resaltado la importancia que tiene Asia para esta administración. Por supuesto, tenemos a un socio comercial en problemas (Japón) y uno de los principales acreedores de Estados Unidos al que hay que tratar con pinzas (China). La escala en Corea del Sur sirve lo mismo para reiterar la promesa de protección a Corea del Sur como para enviar un mensaje (de firmeza) ante Corea del Norte. Kim Jung Il sigue sin tener apariciones en público y podria pensarse en un relevo próximo, de modo que acercarse y tenderles la mano puede auxiliar en esta transición (al estilo de lo que se hace con Cuba). Indonesia, por su parte, es un país donde vivió Obama y donde tiene parientes políticos, por lo que se podría presumir un acercamiento, pero también recordemos que aquí hay células de terrorismo islámico.
En síntesis, llama la atención que ni Europa ni América Latina, o para el caso, África, dado el vínculo familiar de Obama con Kenia, tengan hasta ahora un lugar preponderante en la política exterior del nuevo Presidente. Esto puede deberse a que o todavía no hay una política bien definida para estas regiones, o las relaciones siguen procedimientos estandrizados que se ajustan mínimamente a los cambios de personajes a cualquier nivel. En cualquier caso, son tan relevantes que es un hecho que no serán ignoradas.
lunes, 9 de febrero de 2009
El imposible arte de pasar el plan de estímulo para la economía
Esta semana Barack Obama tuvo un importante revés cuando los republicanos de la Cámara de Representantes declinaron apoyar su plan económico. Ésta es otra señal de cómo las cosas vuelven a la normalidad en Washington y de cómo Obama va perdiendo su aura de candidato. Los republicanos no se dejaron llevar por su carisma y señalaron los "pet proyects" que los demócratas introdujeron en la iniciativa de ley. Ésta, por cierto, trata de complacer a Dios y al diablo. Incluye gasto en proyectos de remozamiento del National Mall, por ejemplo (para complacer a los demócratas), y algunos recortes de impuestos, pero no los 3 billones de dólares que querían sus adversarios.
Obama fue al Congreso en una movida parecida a la del Presidente Bartlett de The West Wing. Con toda la prensa y su equipo, en un afán que era lo mismo ganas de trabajar en conjunto, pero a la vez un show-off del mandatario. A diferencia del programa de televisión, los republicanos le dieron la espalda. Aunque Obama cortejó a los republicanos para conseguir su voto, no fue suficiente y tendrá que trabajar por el apoyo que se le ha negado. Sin duda, ofrecer cambios en el paquete de estímulos hará bien, así como retirar la idea del "Buy American" que etiquetaría a su Administración como proteccionista (lo que no nos sorprendería dados los tiempos y la cercanía del partido con los sindicatos) ayudarían mucho a conseguir un verdadero apoyo bipartidista. También sería bueno conseguir un "maverick" republicano que comprometa votos del otro lado de la bancada.
Finalmente, estamos viendo que el trabajo del Presidente es enfrentarse con un Congreso que lo trata como a un enemigo y con un partido que está buscando una redefinición de sus líneas y una forma de recuperar el poder. Eso no es nada nuevo en Washington, sino lo usual y algo que se magnifica cuando se trata de un recién llegado a la Casa Blanca.
martes, 3 de febrero de 2009
Aterrizando en la realidad
Finalmente, la realidad está alcanzando a Barack Obama, una vez que pasa el fervor de su primer día. Su primer revés ocurrió en la Cámara de Representantes, donde los republicanos le negaron el voto para su paquete de estímulos económicos, el cual de todos modos pasó con la ayuda de los demócratas. Aquí es importante notar, que más que la negativa de los republicanos lo interesante es ver qué camino tomará este partido en relación al Presidente Obama. Pueden negarse a cualquier cosa que él proponga y cerrarse, o pueden hacer sus propias propuestas y buscar que sean aceptadas por los demócratas, o ser más abiertos y cooperar con sus rivales. Lo que ellos decidan será crucial, pues si la gente percibe que no están apoyando al Presidente en su esfuerzo por reactivar la economía y tampoco están haciendo propuestas, pueden perder más votos todavía. Parece que no entienden que tienen que cooperar en un momento en que la economía está en uno de sus peores momentos y parece que están reviviendo su misma actuación de 1933.
Por otro lado, las nominaciones de Tom Daschle, para la Secretaría de Salud y Nancy Killefer, en un puesto clave para hacer al gobierno más eficiente, fueron un revés doble. Especialmente porque Daschle fue crucial en conseguir que los demócratas, especialmente los sindicatos, aceptaran a Obama como su nominado antes de que concluyeran las primarias y porque el plan de salud que Obama está proponiendo (y que no se distancia mucho del que Hillary Clinton había diseñado) era un proyecto personal del ex senador por Dakota del Sur. Por su parte, Killefer parece que vio el reto demasiado grande para ella y prefirió salirse a tiempo. El caso es que ambos están ligados con "olvidar pagar sus impuestos", pero a diferencia del nuevo Secretario del Tesoro, en este caso no serán perdonados. El reto de Obama es encontrar una gran figura como la de Daschle para este proyecto, ya que el tema de Salud es una bomba esperando para explotar en 2010, cuando millones de "baby-boomers" se integren al sistema de pensiones. Pero también porque Estados Unidos no tiene un sistema de seguridad social, de modo que la atención médica es un lujo que cada vez menos ciudadanos se pueden dar. En cuanto a que el gobierno sea eficiente, tal vez la crisis sea una oportunidad para crear nuevas políticas y recortar programas, pero se necesita una nueva persona. En síntesis, a éstos se agrega el caso de Bill Richardson, que ha sido sustituido con un republicano. Hasta ahora, nada fuera de lo normal. A todos los presidentes que han precedido a Obama les han fallado algunos de sus nominados. Pero una cosa es que fallen por problemas de pago de impuestos y otra es que fracasen por pura incompetencia.
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