sábado, 13 de marzo de 2010

¿Preparando la masa de la enchilada completa?

En medio de la incertidumbre política que rodea a la reforma al sistema de salud estadunidense, comienzan a circular noticias sobre otro tema escabroso en la política del vecino del norte: la reforma migratoria. El jueves 11 de marzo, el presidente Obama pasó gran parte de la tarde reuniéndose con actores estratégicos en el Senado, sindicatos de trabajadores, líderes empresariales y defensores de los derechos de los migrantes. A pesar de estas reuniones significativas, la cautela es la actitud dominante dado que el futuro de una reforma migratoria depende en gran medida de la resolución del enfrentamiento partidista en torno a la reforma sanitaria y el uso de la reconciliación para asegurar su aprobación. El año pasado, en el marco de la Cumbre de Líderes de Norteamérica, el presidente Obama declaró que la reforma migratoria era una prioridad para su administración. En consecuencia, en septiembre de 2009, el Congreso y la Casa Blanca iniciaron una revisión al sistema migratorio estadunidense que aún continúa llevándose a cabo. Como parte de la comisión a cargo del proceso, los senadores Charles E. Schummer (D) y Lindsey Graham (R) se reunieron en la Casa Blanca con el presidente. Dicha reunión tuvo como objetivo el revitalizar las discusiones en torno al tema. Obama también se reunió con importantes líderes de diversos sindicatos y organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes. La A.F.L.-C.I.O, el sindicato históricamente más importante en la política estadunidense, emitió una declaración de extrañamiento al no haber sido requerida en dicha reunión. No obstante, la lectura pudiera ser un tanto equivocada dado que se buscó invitar a sindicatos más arraigados con sectores económicos particulares que podrían ser potencialmente afectados por el flujo migratorio. Por su parte, los líderes de las organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes se dijeron satisfechos por la atención recibida en la Casa Blanca. Sin embargo, esta atención no ha sido capaz de hacer desistir a estos grupos de dar marcha atrás a la movilización convocada el 21 de marzo. La oposición también se ha hecho escuchar a través del senador Graham (R) quien vinculó el uso de la reconciliación para la aprobación de la reforma del sistema de salud a las posibilidades de una discusión política seria en torno al asunto de la migración. A pesar de estos obstáculos, la comisión examinadora ya ha dado resultados positivos para iniciar dicho debate. Durante los últimos seis meses, la comisión ha redactado una hoja de trabajo con aproximadamente 30 propuestas de mejora. Entre estas se destacan la legalización de los alrededor de 11 millones de inmigrantes ilegales, la creación de una credencial de identidad biométrica para todos los trabajadores en el mercado estadunidense, el sellamiento de la frontera sur, la creación de un esquema de trabajadores temporales y la formación de un panel independiente que determine el número de permisos temporales disponibles. Muchas son las propuestas en el aire y habrá que esperar al resultado de la votación sobre la reforma al sistema de salud. Los republicanos utilizarán al máximo esta oportunidad como una estrategia política que les permita recuperar la mayoría en el Congreso o cuando menos en el Senado. Obama, consciente de las dificultades que se avecinan como consecuencia de su empecinamiento, ha reconocido que no será sino hasta el segundo semestre del año o el 2011 que se inicien discusiones productivas. Mientras tanto, el cabildeo continúa. ¿Cómo se posicionará el gobierno mexicano frente a esta coyuntura? ¿Estará Sarukhan, Embajador de México ante Estados Unidos, amasando la harina para preparar la enchilada completa?

2 comentarios:

  1. Me parece un gran error empezar a discutir la reforma migratoria cuando no el equipo de Obama no ha conseguido compromisos en la reforma de salud. Nadie va a votar en contra de Obama si no saca esta reforma antes de 2012, por lo que no viene al caso que queme su capital político desde ahora. Y sí es crucial que termine ya con la reforma sanitaria. Es decir, o que abandone el proyecto de manera oficial, o que el Congreso emita un voto en las dos cámaras para que Obama lo firme o lo vete. Está abriendo demasiados frentes a la vez.

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  2. Es necesario que Obama abra varios frentes a la vez, dado que su pocisionamiento se sustenta también en la "obamanía", no puede concentrar las capacidades de su gobierno en una sóla iniciativa. Pero como todo es estratégico, lo de la reforma migratoria es sustantivo. No sé hasta qué punto se animen a abordarle más ampliamente, lo que sí es que a los mexicanos deben darles una prioridad, al menos regularizar a los que ya están, y mantener controles más estrictos con los nuevos candidatos a viajar a EU.

    Pero bueno, lo iremos viendo.

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